Compresión del nervio tibial posterior- historia de una paciente

La compresión del nervio tibial posterior es una causa poco frecuente de dolor en la parte interna del tobillo.
El diagnóstico en muchas ocasiones es difícil de realizar. En ocasiones puede precisar  una cirugía de liberación del nervio tibial posterior

La compresión del nervio tibial posterior se puede producir por varias causas. Un traumatismo o una pequeña tumoración benigna de la vaina del nervio. En muchas ocasiones no conocemos la causas de la compresión del nervio tibial posterior.

El diagnóstico de la compresión del nervio tibial posterior, puede ser en ocasiones difícil por que las pruebas muchas veces salen bien y el tipo de dolor que explica la persona no siempre es muy claro. Esto ocasiona que muchas veces el diagnóstico de compresión del nervio tibial posterior se retrase muchos meses hasta que se llega a él.

Existen varios tratamientos para la compresión del nervio tibial posterior, inicialmente se recomienda realizar un tratamiento conservador, con plantillas, cambio de zapato y rehabilitación. En el caso que exista mejora o en casos graves se recomienda el tratamiento quirúrgico. Se realiza una liberación del nervio tibial posterior.

A continuación os escribo el caso y  la experiencia de una paciente que presentó un problema del nervio tibial posterior:

"Yo me lesioné el 8 mayo, padecí un esguince de tobillo 2 grado izquierdo. Realicé la recuperación y me dieron alta deportiva para volver a jugar.
A las 2 semanas de estar jugando vuelvo a hacerme esguince 2 grado de tobillo. Realizo de nuevo un tratamiento de 15 dias con férula. Me realizan un Resonancia magnética con el diagnóstico de seno tarso fibrosado y con sinovitis, derrame y hematoma.
La férula se mantiene 15 días más. Posteriormente me retiran la férula y empiezo fisioterapia. Durante el proceso de recuperación, veo que no encuentro mejora del dolor en el tobillo. Tras varias sesiones de fisioterapia, me realizan  una infiltración en el seno tarso y continuo con fisioterapia.
Por la persistencia de dolor vuelvo al médico, me valorar y realiza una nueva infiltración. Se solicitan varias pruebas un TAC que es normal, una gammagrafía que tampoco aprecia una lesión a nivel de la articulación y un electromiograma ( EMG ) que diagnosticó una compresión del nervio tibial posterior con grado moderado-grave en el cual por fin pongo nombre a los terribles dolores.
Acudo al medico con resultados y deciden operar ya que el tratamiento conservador no había funcionado y no podía apoyar el pie por el severo dolor.
Llega el 28 julio el día de la operación me hacen limpieza articular seno tarso por artroscopia y liberacion nervio tibial posterior.
La primera noche la paso mal con mucho dolor y calmantes. A la semana se realiza la retirada de puntos y comienzo con la fisioterapia ya que llevaba unos 3 meses sin apoyar el pie y había perdido  mucha musculatura, a las 3 semanas de la cirugía realizo una nueva visita y ya dejo una muleta.
A las 3 semanas retiro la otra muleta, camino ya sin nada pero con algo de dolor, más fisio y al mes aproximadamente ya camino sin dolor y no tengo nada de molestia y  comienzo a hacer carrera continua con tobillera estabilizadora y me siento bien pero con el tobillo débil. Inicio un programa para fortalecer el tobillo. A finales de noviembre recibo alta deportiva y ya tengo mi tobillo en condiciones para volver a competir y hasta día de hoy juego con tobillera articulada. Esta  pretemporada no llevo nada en mi tobillo y me siento bien es mas tengo más sensibilidad que antes".
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