La técnica de walant se basa en la infiltración de anestesia local con adrenalina en la zona del pie y tobillo para poder operar sin bloqueo motor y sin la necesidad de torniquete. |
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El tratamiento de la necrosis de astrágalo es esencial para garantizar una correcta funcionalidad del tobillo. La necrosis del astrágalo se puede complicar con una severa artrosis de tobillo que requiera una artrodesis o una prótesis de tobillo.
¿Qué es la necrosis de astrágalo?
La necrosis o osteonecrosis del astrágalo es un problema que afecta al hueso astrágalo por la alteración de la vascularización o irrigación sanguínea. Esta falta de sangre en el hueso produce una reacción de inflamación o también llamada necrosis. Posteriormente según la causa y el tipo de paciente se produce una reacción de reparación o cicatrización que repara la zona lesionada por la necrosis.
Causas principales de la necrosis de astrágalo.
Existen básicamente 3 causas que pueden producir una necrosis de astrágalo.
1. La fractura / fractura luxación de astrágalo.
Es la principal causa de necrosis de astrágalo y se produce por una alteración de la irrigación arterial del astrágalo tras la fractura. La clasificación de Hawkins permite valorar el tipo de fractura luxación de astrágalo, en los casos más severos, el % de necrosis de astrágalo es más alto.
2. Necrosis de astrágalo por medicación, enfermedades o cambios de presión.
Otras de las causas importantes es la necrosis por medicación, principalmente los corticoides. También se ha relacionado el tratamiento de los corticoides con los tratamientos de quimioterapia como causas de necrosis de astrágalo.
Algunos casos poco frecuentes se han relacionados con alteraciones de presiones como puede pasar a los submarinistas.
Existen otras causas de necrosis de astrágalo como el alcoholismo, diferentes alteraciones hematológicas, el Lupus o el transplante renal.
3. Necrosis de astrágalo Idiopática.
Una de las causas poco frecuentes de la necrosis del astrágalo es la idiopática o desconocida. Se descartan traumatismos y tratamientos realizados. En algunas ocasiones el paciente presenta dolor de forma súbita causada por la necrosis de astrágalo.
Diagnóstico de la necrosis de astrágalo.
Existen varios métodos para realizar el diagnóstico de la necrosis de astrágalo.
La radiografía simple nos puede ayudar en el diagnóstico pero es poco sensible. La aparición del signo de Hawkins tras una fractura de astrágalo nos descarta la aparición de necrosis de astrágalo.
El método diagnóstico más sensible es la resonancia magnética. Se pueden visualizar unos cambios importantes en la secuencia T2 diagnóstico de necrosis de astrágalo.
En el caso de tener material de osteosíntesis tras una fractura, la resonancia dará mucho artefacto y es preferible realizar un TAC o una gammagrafía ósea.
El problema principal tras una necrosis de astrágalo, es el colapso articular y la artrosis que pueden desarrollarse a nivel tibio astragalino o artrosis de tobillo o la artrosis subastragalina por colapso de la superficie subtalar.
Este colapso articular o aparición de artrosis puede ocurrir de forma aguda o de forma más lenta según la evolución de la necrosis.
En muchos casos el colapso articular puede no producir síntomas.
En el caso que aparezca artrosis a nivel del tobillo o en zona subastragalina, los síntomas son de dolor y rigidez.
Existen varios tratamientos para la necrosis de astrágalo.
Primero de todo es importante diferenciar entre la necrosis tras una fractura de astrágalo o la necrosis espontánea.
Se recomienda cuando se diagnostica una necrosis de astrágalo realizar un tiempo de descarga de la extremidad con el uso de una ortesis tipo walker. Este tiempo de descarga puede varias pero tiene que ser al menos unos 2 meses.
Se deben realizar ejercicios de movilidad del tobillo para mantener el rango de movilidad y la musculatura, bicicleta y natación también son recomendables.
También se ha demostrado que aporta buenos resultados el uso de magnetoterapia, el tratamiento con Vitamina D+ Calcio y el uso de ondas de choque.
Como segunda línea de tratamiento en el caso que no se mejore la necrosis de astrágalo, se pueden realizar punciones óseas a nivel del astrágalo o infiltraciones con células madre.
Cuando la necrosis se ha establecido y se ha producido un colapso de la articulación, en el caso que el dolor sea importante y la limitación severa, se recomienda realizar una intervención quirúrgica.
Tratamiento quirúrgico de la necrosis del astrágalo:
si se ha producido una artrosis subastragalina, se recomienda realizar la artrodesis subastragalina con el uso de 2 tornillos.
En el caso que la artrosis subastralina produzca una artrosis tibioastragalina o de tobillo se recomienda la artrodesis del tobillo o la prótesis de tobillo.
Una de las causas de dolor en el talón es la la artrosis subastragalina o subtalar. Es un desgaste en la articulación subastragalina que produce dolor continuo al caminar en terreno irregular. Existen varios tratamientos. La cirugía de la artrosis permite una mejora muy importante del dolor.
La articulación subastragalina tiene la función de estabilización del pie y compensación mecánica en terrenos irregulares. Permite los movimientos de eversión e inversión del pie y retropie.
También realiza la transmisión de la fuerza y el movimiento entre el pie y la pierna.
Como vemos tiene una gran importancia para una correcta marcha, una alteración de esta articulación como pasa en la artrosis subastragalina comportará un problema al caminar. Este problema de la artrosis subastragalina genera dolor contínuo al caminar.
¿Cuando se produce una artrosis subastragalina?
Existen varias causas que pueden provocar una artrosis substragalina o alteración de la articulación subastragalina. La principal de las causas es la postraumática, es decir despues de una fractura o traumatísmo en el pie.
Los traumatismo pueden dañar el cartílago articular como en el caso de las fracturas de calcáneo o fracturas de astrágalo que lesionan la zona articular.
Los que acaba produciendo una artrosis subastragalina.
Otras lesiones como las roturas ligamentosas del pie o tobillo pueden alterar la funcionalidad de la articulación subastragalina y producir artrosis subastragalina.
En otras ocasiones deformidades del pie como el pie cavo pueden alterar la articulación subastragalina.
Como se ve, existen muchas causas que pueden ocasionar artrosis subastragalina.
Diagnóstico de la artrosis subastragalina.
¿Cómo se diagnostica la artrosis subastratalina?
El diagnóstico de la artrosis subastragalina se realiza inicialmente mediante la exploración y la valoración del tipo de dolor.
Un dolor en U alrededor de todo el talón, un dolor en la zona lateral o medial del tobillo que incrementa al caminar en terrenos irregulares es muy típico de la artrosis subastragalina.
Se recomienda realizar una radiografía simple para evaluar el aspecto de la artrosis subastragalina.
Se recomienda realizar un TAC y una Resonancia Magnética para un estudio más detallado de la artrosis subastragalina.
Es importante destacar que se han de valorar otras causas de dolor en al zona del tobillo que pueden parecer una artrosis subastragalina.
Muchos dolores en el talón diagnosticados como fascitis plantar en realidad son artrosis subastragalina.
Existen varios tratamientos para la artrosis subastragalina que permiten mejorar el dolor.
Estos tratamientos son secuenciales de menos a más invasivos.
Tratamientos para mejorar los sintomas de la artrosis subastragalina:
La primera fase del tratamiento de la artrosis subastragalina es el uso de plantillas a medida, que proporcionan una mejora en la pisada y la transmisión de fuerzas a nivel de la articulación substragalina.
El tratamiento mediante rehabilitación o fisioterapia también puede mejorar el dolor, con musculación de los tendones periarticulares
La segunda fase del tratamiento de la artrosis subastragalina se realiza al tener poca mejora tras la primera fase. Se recomienda realizar una infiltración articular para la artrosis subastragalina o infiltración en el seno del tarso.
La infiltración para la artrosis subastragalina se puede realizar con derivados de los corticodes que proporciona un buen alivio del dolor. También se recomienda la infiltración con ácido hialurónico o factores de crecimiento que permite una gran mejora del dolor.
La tercera fase del tratamiento de la artrosis subastragalina se reserva a los paciente con severa alteración de la articulación subastragalina y con mucho dolor
En estos casos se recomienda realizar una cirugía sobre la artrosis substragalina.
La artrodesis o fijación de la articulación subastragalina es el tratamiento definitivo.
Se realiza limpieza y desbridamiento de la articulación subastragalina y una fijación mediante tornillos para que al final el hueso fije la articulación.
Al fijar la articulación desaparece el dolor que sufre la persona con artrosis subastragalina.
La fijación de la articulación subastragalina conlleva una cierta pérdida de movilidad del pie per que se compensa con las otras articulaciones del pie.
Es muy recomendable realizar la artrodesis subastragalina en paciente con artrosis subastragalina muy sintomática. La mejora de la calidad de vida es muy importante.
La recuperación tras la cirugía es rápida, permitiendo la carga a las 2 3 semanas de la cirugía.
El correcto tratamiento de la fractura de escafoides tarsiano es importante para evitar una lesión crónica del pie y una artrosis del retropie.
En muchas ocasiones la fractura se asocia a otras fracturas del pie que requieren tratamiento
Pero precisa precisa de una correcto diagnóstico y tratamiento para garantizar un correcto funcionamiento del pie y evitar la degeneración de la articulación.
Este tipo de fracturas pueden ocurrir en lesiones de alta energía en muchas ocasiones asociadas a otras fracturas o también puede ocurrir en lesiones de baja energía tras entorsis o esguince del tobillo o fracturas de astrágalo.
El escafoides tarsiano es un hueso de gran importancia en la funcionalidad y movilidad del pie. La articulación astrágalo escafoidea es la que proporciona más movilidad en el pie y permite la inversión eversión del pie.
El escafoides tarsiano está en un 80% de su superficie recubierto de cartílago y la vascularización depende de las arterias plantares.
Causas y diagnóstico de la fractura de escafoides tarsiano.
La fractura de escafoides tarsiano ocurren en dos tipos de escenarios diferentes.
La fractura de escafoides tarsiano pueden ocurrir en lesiones de baja energía como entorsis del tobillo. Normalmente se producen avulsiones o lesiones parciales del escafoides tarsiano.
Otra de las causas de fractura de escafoides tarsiano son las lesiones de alta energía en accidentes de trafico o caídas de altura. Estas lesiones normalmente se asocian a otro tipo de lesiones como las fracturas de calcáneo, fractura de cuboides i / o fracturas de los metatarsianos.
Para realizar un correcto diagnóstico de la fractura de escafoides tarsiano es importante realizar un TAC del pie. Las radiografías nos aportan un diagnóstico inicial pero pueden en muchas ocasiones no valorar bien todas las lesiones del pie.
En el caso de fracturas de baja energía, tras un esguince, la resonancia magnética nos puede ayudar al diagnóstico de la fractura de escafoides tarsiano.
Las fracturas de escafoides tarsiano se clasifican en 3 tipos según el tipo de fractura.
Las fracturas tipo A son lesiones parciales del escafoides sobretodo a nivel de la parte medial del escafoides donde se inserta el tendón tibial posterior. Es importante valorar este tipo de fracturas por que pueden producir una disfunción tendinosa del tibial posterior y producir un pie plano.
Las fracturas tipo B, son lesiones de cuerpo del escafoides tarsiano.
Las fracturas tipo C son fracturas conminutas del escafoides tarsiano que se asocian siempre a otras fracturas del pie o retropie y a otras lesiones tendionosas o heridas.
Se han de tratar como pie complejo traumático.
Otro tipo son las fractura de stress del escafoides tarsiano que tiene un tratamiento diferente como se puede ver en el link.
El tratamiento de la fractura de escafoides tarsiano depende básicamente de tipo de fractura.
En el caso de fractura avulsión del escafoides tarsiano tipo A se recomienda realizar un tratamiento quirúrgico si la fractura está desplazada, la fractura se puede fijar mediante un tornillo o un anclaje. Este tipo de fracturas se pueden asociar a otras lesiones ligamentosas del tobillo o del pie como la lesión del lisfranc.
En el caso de fracturas del cuerpo del escafoides tarsiano, es importante como se ha citado anteriormente, valorar si existen otro tipo de fracturas o lesiones asociadas en la articulación de Chopart.
Se ha de realizar el tratamiento correcto de estas fracturas.
Si existen un desplazamiento de más de 2 mm o una incongruencia articular en la articulación astrágalo escafoidea, se recomienda realizar una reducción y osteosíntesis de la fractura.
Este tipo de reducción y fijación de la fractura de escafoides tarsiano se puede realizar mediante cirugía abierta o en el caso de fractura conminuta mediante el uso de fijador externo para realizar una distracción ligamentosa.
En el caso de cirugía abierta se recomienda realizar un abordaje dorsal para acceder a la articulación astrágalo escafoidea.
En el caso de fracturas no desplazadas de escafoides tarsiano, se recomienda el tratamiento conservador con el uso de yeso o ortesis tipo walker y una descarga de la extremidad de unas 4 a 6 semanas.
Las fracturas conminutas del escafoides en muchas ocasiones precisan de una artrodesis directa astrágalo escafoidea para conseguir una recuperación del paciente mucho más rápida.
La recuperación de la fractura de escafoides tarsiano dependerá del tipo de fractura y de la conminución de la misma.
Las fracturas del escafoides tipo avulsión tipo A se recuperan de forma general muy bien tanto en el caso que precisen una sintesis o en el tratamiento conservador.
El resto de fracturas de escafoides tarsiano, dependen básicamente de la conminución del hueso, la afectación de la articulación y de la presencia de otras fracturas asociadas.
Las complicaciones más frecuentes tras una fractura de escafoides tarsiano son:
La artrosis astrágalo escafoidea que puede precisar una artrodesis astrágalo escafoidea
La necrosis del escafoides tarsiano.
La alteración del arco del pie por afectación de las estructuras ligamentosas plantares o del tendón tibial posterior, como el pie plano.
Uno de los aspectos importantes en la fascitis plantar o espolon calcáneo es el diagnóstico certero. Para realizar un buen tratamiento de la fascitis plantar que mejore los síntomas es importante realizar un correcto diagnóstico.
La fascia plantar está compuesta por fibras de colágeno y está conectada a varios músculos y tendones del pie y del tobillo. Está formada por tres capas: la capa superficial, que es la más externa y se encuentra debajo de la piel; la capa media, que es la más gruesa y se encuentra debajo de los músculos del pie; y la capa profunda, que se encuentra debajo de la capa media y está conectada a los huesos del pie.
Los músculos que forman parte de la fascia plantar son:
- Músculo flexor corto de los dedos o flexor digitorum brevis:
Músculo en la zona central que va desde el talón a la zona de los dedos - Músculo abductor del primer dedo:
músculo en la zona medial del pie y que conecta la zona del talón con la articulación metatarso falangica del primer dedo - Músculo abductor del quinto dedo. Musculo en la zona lateral del pie que conecta con la zona del 5 dedo.
Estos 3 músculos tienen una inserción común en la zona del calcáneo con la fascia plantar.
Un problema muy prevalente en nuestra sociedad.
Hay varias formas de diagnosticar la fascitis plantar, y el método utilizado dependerá del médico y de la gravedad de la afección. Uno de los métodos más comunes es el examen físico, en el que el médico palpará y evaluará la zona afectada para determinar si hay signos de inflamación o daño en la fascia plantar. También puede pedirte que realices algunos ejercicios o movimientos específicos para evaluar el dolor y la movilidad en la zona afectada.
Otros métodos de diagnóstico de la fascitis plantar incluyen la radiografía, la resonancia magnética (RM) y la ecografía. Estos exámenes pueden ayudar a confirmar el diagnóstico y a determinar la gravedad de la afección.
Los métodos más usados para el diagnóstico de la fascitis plantar es la ecografía que se realizar en la misma consulta. La ecografía permite saber el grosos y la estructura de la fascia y valorar el grado de afectación.
El mejor método para realizar el diagnóstico de la fascitis plantar es la resonáncia magnética: Permite valorar bien com está la fascia plantar, como están las inserciones musculares e incluso los músculos de plantares intrínsecos y además valorar la zona insercional ósea del calcáneo.
Es recomendable realizar un correcto diagnóstico de la fascitis plantar para poder realizar el mejor tratamientos posible
Es importante que el diagnóstico de la fascitis plantar sea realizado lo antes posible para poder recibir un tratamiento adecuado y evitar que la afección empeore.
El tratamiento inicial de la fascitis plantar son los ejercicios que mejoran el dolor de forma muy importante
Dr M Ballester
Traumatólogo especialista en pie y tobillo y Sport Medicine.
Barcelona, España.
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