El tratamiento adecuado para la fractura de tibia y peroné es importante para una correcta recuperación. En la gran mayoría de casos es preciso una cirugía para estabilizar la fractura.La fractura de tibia y peroné es una lesión frecuente en traumatismos que llamamos de alta energía como accidentes deportivos, accidentes de tráfico etc... Es importante una correcta evaluación de la fractura para realizar el mejor tratamiento de la fractura, de esta forma se puede garantizar una buena recuperación final. La fractura de tibial y peroné La tibia y peroné son los dos huesos que forman la pierna, desde la rodilla hasta el tobillo, la tibia es mucho más grande y estructuralmente más fuerte que el peroné. Permiten las transmisión de fuerzas desde la rodilla hasta el tobillo y de esta forma participa activamente en la marcha. En los casos de traumatismos directos sobre la tibia o el peroné o en los casos de traumatismo indirecto como caídas, se puede producir una fractura de tibia y/o peroné. Las fracturas de tibia se clasifican segun su localización en tres tipos: Fractura de meseta tibial, son las fracturas que afectan la parte proximal o cerca de la rodilla. Fractura diafisaria de tibia son las que se localizan en la parte media del hueso. La fractura distal de la tibia son las que se conocen como fracturas de pilón tibial. Otro de los aspectos que se deben valorar en la fractura de tibia y peroné a parte de la localización, es el tipo de trazo o conminución de la fractura. Se clasifica la fractura de tibia y peroné en tipo A / B / C segun el trazo de la fractura de más simple a más compleja. Debido a que la tibia tiene poca cobertura es frecuente que en ciertas fracturas se produzca una exposición del hueso al exterior, lo que se conoce como fractura abierta de tibia. Las fracturas abierta de tibia se clasifican según la clasificación de Gustilo en tipo I / II y III, teniendo en cuenta el tipo y tamaño de lesión cutánea. Diagnóstico de la fractura de tibia y peroné. El diagnóstico se realiza inicialmente por la exploración física de la persona. Se evidencia un dolor importante, deformidad de la extremidad, y imposibilidad gde la carga. Es importante valorar si existe una lesión de la piel que pueda condicionar el diagnóstico de fractura de abierta. Es importante también valorar los pulsos para descartar una lesión vascular. Se ha de realizar una radiografía de la extremidad para valorar el tipo y localización de fractura de tibial y peroné. En ciertos casos si la fractura es proximal o distal o si existe mucha conminución se recomienda completar el estudio con un TAC. Tratamiento de la fractura de tibia y peroné. Inicialmente se aconseja realizar un tratamiento mediante inmovilización de la pierna para estabilizar la fractura. En el caso de fracturas cerradas se aconseja una férula de yeso. En el caso de fracturas abiertas grado II o III se aconseja un fijador externo para el tratamiento de las partes blandas. Es importante iniciar el tratamiento antibiótico en las fracturas abiertas para prevenir la infección ósea. Tratamiento definitivo En las fracturas no desplazadas se puede realizar un tratamiento mediante yeso. Se realiza una inmovilización durante 4 semanas con el yeso y posteriormente se puede cambiar a un sistema de tipo PTB o yeso funcional. Actualmente el tratamiento más recomendado para la fractura de tibia y peroné es el tratamiento mediante cirugía. El clavo endomedular permite una estabilización de la fractura y una rápida recuperación de la misma, permitiendo en muchos casos iniciar la carga y caminar a los 7 o 10 días. Se realiza una incisión en la zona de la rodilla para conseguir la introducción del clavo que irá bloqueado. En el caso de fracturas más proximales o distales también se puede usar las placas de osteosíntesis percutáneas para la estabilización y tratamiento. La fractura de peroné se recomienda tratarla cuando esta es distal o en la zona del tobillo, en el resto de casos no se recomienda el tratamiento. Recuperación de fractua de tibia y peroné. La recuperación funcional de la persona que tiene este tipo de fracturas depende sobretodo del tipo de fractura, el estado de las partes blandas o la piel y el tratamiento que se ha realizado. En general las fracturas más complejas con más fragmentos óseos o conminución así como las fracturas abiertas requieren de una recuperación más larga. Las fracturas más simples se recuperan mucho antes. En general se pueden realizar las siguientes recomendaciones para la recuperación tras una cirugía de fractura de tibia. Tiempo inicial de inmovilización es de unos 7 o 10 días tras la cirugía con una férula de yeso para mejorar el edema y la inflamación. Posteriormente se retira la férula y se permite iniciar la carga de la extremidad. Es importante el uso de muletas para realziar una carga progresiva. Se recomiendan los ejercicios de rodilla y de musculación de cuádriceps para no perder masa muscular. Se mantiene una carga progresiva durante unas 3 semanas hasta la carga definitiva. La recuperacion funcional de la rodilla y de la musculatura es importante para conseguir el retorno a la actividad previa.
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La fractura a nivel del dedo del pie es una de las fracturas más frecuentes. Se producen después de golpes simples, la recuperación se puede alargar varias semanas según el tipo de fracturaUna de las fracturas más frecuentes en el pie y tobillo, es la fractura del dedo del pie. Se trata de fracturas aparentemente banales que pueden precisar de varias semanas de recuperación. La fractura del dedo del pie El dedo del pie está formado por los huesos que se llaman falanges y las articulaciones entre las falanges, interfalángicas. Se distinguen dos tipos, los dedos trifalángicos que son del 2 al 5 y el 1 dedo que tiene dos falanges. Las fracturas del dedo del pie ocurren habitualmente tras un traumatismo simple como un golpe cuando uno camina descalzo. Los dedos más afectados son el 4 o el 5. También se pueden producir este tipo de fracturas en traumatismos más importantes como accidentes de bicicleta o de motocicleta, sobretodo en el caso que no se use un calzado apropiado. Diagnóstico de la fractura del dedo del pie. Inicialmente el diagnóstico es clínico, tras el golpe en el dedo del pie la persona presenta dolor intenso, limitación al caminar y en muchos casos hinchazon o hematoma. En algunos casos se puede producir una deformidad del dedo. Se recomienda realizar una radiografía del del pie para valorar el tipo de fractura del dedo. de pie. Es importante valorar la localización de la fractura, en que falange esta si existen desplazamiento de la fractura y si hay afectación de la articulación. Tratamiento de la fractura del dedo del pie
El tratamiento de la fractura depende básicamente del tipo y localización de la fractura y del desplazamiento de la misma. En la gran mayoría de casos se recomienda realizar un tratamiento conservador o sin necesidad de cirugía. Pocos casos precisan de un tratamiento quirúrgico, como son las fracturas muy desplazadas e inestables y las fracturas con afectación de la articulación. El resto de fracturas de los dedos del pie precisa una inmovilización y tiempo para su curación. Se recomienda el tratamiento mediante una sindactilia o inmovilización con el dedo contiguo mediante un esparadrapo o una cinta. Se recomienda el uso de zapato ancho tipo croc. Los primeros dias se puede usar una chancla o un zapato postoperatorio tipo de hallux valgus. Habitualmente este tipo de tratamiento se recomienda durante unas 2 o 3 semanas segun el dolor. Es muy frecuente que durante las 2 primeras semanas el dolor sea intenso y se hinche la zona del pie. Para el retorno al deporte de impacto tipo correr o saltar se recomienda unas 3 a 5 semanas segun la evolución de cada fractura. Deformidades postraumáticas de la fractura del dedo del pie En ciertas ocasiones, la fractura de la falange del dedo del pie puede no curara correctamente lo que produce una deformidad o una artropatía del dedo En estos casos si que se recomienda realizar un tratamiento quirúrgico del problema del dedo para evitar dolor secundario a la deformidad. Existen varias técnicas que permiten corregir este problema. Dr BallesterEspecialista en Traumatología deportiva y problema en el Pie y Tobillo. La rotura muscular de los isquiotibiales precisa de un tratamiento específico para la completa recuperaciónROTURA MUSCULAR DE LOS ISQUIOTIBIALES. La musculatura isquiotibial se encuentra en la zona posterior del muslo y está formada por tres músculos o grupos musculares potentes, estos músculos de la zona posterior son: El bíceps femoral, el semimembranoso y el semitendinoso. Estos grupos de músculos se insertan desde el hueso del isquion de la pelvis hasta la rodilla. La función principal de estos músculos es la flexión de la rodilla y la extensión de la cadera. Esta rotura rotura muscular es una de las causas más frecuente de parada deportiva en los atletas. La rotura muscular se produce por una microdesgarros en la zona muscular o por una lesión en la inserción tendinosa sobre el hueso isquion. Las lesiones miotendinosas que afectan a la musculatura de los isquios se dividen en: -Rotura muscular por fatiga muscular o extensión forzada de la rodilla. Es la lesión más frecuente. -Lesión o tendinopatía de la inserción proximal que afecta a la parte tendinosa que se inserta en la tuberosidad isquiática. -Rotura por arrancamiento de la inserción proximal. La Rotura muscular de los isquiotibiales Los músculos isquiotibiales tienen la función de flexionar la rodilla. En deportistas como corredores o saltadores o en actividades que precisen arrancar y parar rápidamente como el fútbol, los músculos isquiotibiales tienen una gran funcionalidad. Cuando el músculo se sobrecarga de forma considerable, se puede producir la rotura muscular o lesión miotendinosa. Los isquiotibiales también se pueden lesionar en caso de extensión forzada de la rodilla, lo que crea una distensión máxima de las fibras musculares hasta que se rompen. El principal músculo del grupo que se rompe es el bíceps femoral. En resumen las lesiones musculares se pueden producir por sobrecarga muscular o por contracción forzada del mismo. Las causas más importantes de rotura o lesión miotendinosa son: -No calentar antes de hacer ejercicio. -Desequilibrio muscular entre los isquiotibiales y el cuádriceps, en caso de tener un cuádriceps muy fuerte, la pelvis se inclina a anterior y tensa constantemente los isquiotibiales. -Tener una músculatura glútea débil, los músculos glúteos son importante para estabilizar la pelvis y trabajan en conjunto con los isquiotibiales, sin no tienen un buen tono muscular, se puede producir una sobrecarga muscular de los isquiotibiales. - La fatiga muscular hace que el músculo sea menos capaz de absorber la energía y tiene más posibilidades de rotura o lesión. Diagnóstico de la rotura muscular. La rotura o lesión miotendinosa produce un dolor agudo a nivel de la parte de detrás de la pierna durante el la actividad deportiva. Este dolor obliga a parar la actividad completamente. El diagnóstico de la rotura muscular es principalmente clínico: Dolor en la zona posterior del muslo que incrementa con la palpación y la flexión forzada de la rodilla. Dolor con la extensión máxima de la rodilla. La ecografía muscular y la resonancia magnética confirman el diagnóstico de la rotura muscular de los isquiotibiales y evalúan qué músculo está afectado y la extensión que presenta la rotura. Se recomienda realizar una de estas pruebas para valorar la lesión y saber el tiempo de recuperación esperado. La resonancia magnética tiene más sensibilidad diagnóstica Tratamiento de la rotura muscular de los isquios. El tratamiento específico de la lesión muscular depende de la localización y el tipo de rotura. En el caso de roturas de la inserción proximal, en muchas ocasiones es necesario valorar una cirugía. En las roturas más frecuentes de la zona media de la parte muscular el tratamiento siempre es conservador o mediante una recuperación específica. A continuación se especifica el tratamento de la rotura muscular. El tratamiento de la fase aguda inicial de las rotura muscular: Se recomienda el siguiente tratamiento: -Reposo de la actividad, es incluso recomendable el uso de muletas los primeros días si el dolor es muy importante. -Hielo o cremas analgésicas en la zona posterior del muslo para desinflamar la zona - Analgesia oral los primeros días para calmar el dolor producido por la rotura muscular. Tratamiento de la fase subaguda comprende los 7-10 primeros días. El dolor progresivamente va disminuyendo y se pueden realizar con más comodidad las actividades diarias. A partir de los 15 días se aconseja empezar actividad física como bicicleta o natación así como estiramientos suaves de los isquiotibiales. No se aconseja realizar actividades físicas explosivas como correr o saltar. Es importante no parar la actividad física para evitar la atrofia muscular, factor que puede alargar la recuperación final A partir de las 4-5 semanas, se considera que la rotura ha cicatrizado, a excepción de grandes roturas con importante hematoma, que se puede alargar unas semanas más. Se permite iniciar la carrera el salto etc.. En este vídeo podéis ver las fases de recuperación de la rotura muscular de los isquios. Una de los aspectos importantes en el tratamiento de las roturas musculares, es la prevención de las futuras roturas lo que nos puede mejorar el resultado final. Es recomendable realizar una rutina de estiramientos para prevenir rotura muscular de los isquiotibiales. Tambien se recomienda una pauta de fortalecimiento global de los diferentes músculos que conforman la pierna. |
Dr M BallesterTraumatólogo especialista en pie y tobillo y Sport Medicine. Archives
Enero 2024
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