Es muy importante realizar un buen diagnóstico y tratamiento de las lesiones de Lisfranc para que la recuperación de la personas sea completa. Son lesiones delicadas que en muchas ocasiones pueden dejar secuelas en el pie.Las lesiones a nivel de la articulación de Lisfranc del pie son poco frecuentes pero en muchas ocasiones este tipo de lesiones no son diagnosticadas inicialmente lo que conduce a realizar un mal tratamiento. Por el tipo de localización estas lesiones pueden dejar ciertas secuelas de dolor al caminar si no se realiza un correcto diagnóstico y tratamiento. ¿Qué es la articulación de Lisfranc? El nombre de articulación de Lisfranc se debería cambiar por el de articulación Tarsometatarsal o TMT. Se trata de la articulación entre el tarso ( las cuñas y el cuboides ) con los metatarsianos. Esta articulación tiene una forma de arco y es la que permite realizar la fase de despegue de la marcha. La articulación de Lisfranc está formada por las articulaciones de las bases de los metatarsianos y las caras articulares de las cuñas 1-2-3 y el cuboides. Entre las dos estructuras existen unos potentes ligamentos que permiten la estabilización de la articulación. La articulación de Lisfranc se clasifica segun la zona en medial / central y lateral. ¿Cómo se producen las lesiones de Lisfranc? Las lesiones de Lisfranc pueden ser ligamentosas o fractura luxación de Lisfranc ( lesión ligamentosa y fractura ósea ) Las lesiones de Lisfranc se producen habitualmente por una lesión de alta energía como en accidentes de tráfico o lesiones deportivas. Se produce una contusión del pie cuando este está en maxima hiperflexión plantar. En otras ocasiones se puede producir una lesión o rotura de los ligamentos de Lisfranc tras un mecanismo de entorsis del tobillo si el pie se encuentra fijo en el suelo. Diagnóstico de las lesiones de Lisfranc Las lesiones de Lisfranc son en muchas ocasiones no diagnosticas en el momento inicial de la lesión. Esto es debido a que la lesión puede similar a un esguince de tobillo y por lo tanto maldiagnosticarse. En otras ocasiones sobretodo en accidentes de tráfico graves este tipo de lesiones suelen quedar en segundo plano por la severidad de otras lesiones. Tras una lesión de Lisfranc suele presentarse dolor y edema o hinchazón en la zona de la articulación TMT. Habitualmente también acostumbra a ser difícil y muy dolorosa la marcha o la carga del pie. Se recomienda realizar una radiografía para valorar las lesiones de Lisfranc. En los casos graves de fractura luxación de Lisfranc la radiografía es evidente y se puede realizar un claro diagnóstico. En otras ocasiones, sobretodo las lesiones de Lisfranc ligamentoso, los signos radiografícos que muestran la lesión de Lisfranc son muy sutiles y es necesario realizar un TAC o una Resonancia Magnética para valorar la lesión. Las fracturas parciales o fracturas arrancamiento en la zona de las bases de los metatarsianos 1 2 y 3 son indicativas de lesiones de Lisfranc. Existen múltiples clasificaciones de las lesiones de Lisfranc que tienen en cuenta el desplazamiento y las fracturas asociadas. La más conocida es la clasificación de Myerson. Tratamiento de las lesiones de Lisfranc Una vez realizado un correcto diagnóstico de la lesión de Lisfranc es necesario valorar qué tipo de tratamiento es el más adecuado. En el caso de lesiones de Lisfranc desplazadas SIEMPRE se recomienda realizar un tratamiento quirúrgico. Es necesario realizar un reducción de la articulación, mejor siempre abierta y no percutánea y una estabilización ósea de la lesión. Esta estabilización ósea es aconsejable que sea con tornillos o con placas. Es poco aconsejable realizar un estabilización mediante agujas de las lesiones de Lisfranc. Tampoco se debe realizar una reducción que no sea anatómica de la articulación. En el caso de lesiones severas de Lisfranc como las fracturas luxaciones conminutas, se recomienda realizar una artrodesis primaria de la articulación tarso-metatarsal. El tratamiento que más controversia genera, es el de las lesiones de Lisfranc no desplazadas o las lesiones ligamentosas, lo que se conoce como lesiones sutiles de lisfranc En este caso se puede realizar un tratamiento conservador mediante yeso o ortesis tipo walker. En el caso de paciente atletas de alto nivel o personas de un alto índice de masa corporal, se puede valorar una fijación ósea temporal mediante tornillos o sistemas de hilos de alta resistencia. Recuperación de las lesiones de Lisfranc
Las lesiones de Lisfranc tiene una recuperación lenta. En el caso de cirugía, se recomienda realizar una descarga de unas 6 semanas A las 3 semanas de la lesión de la lesión de Lisfranc se coloca un walker. A las 3 semanas se permite la movilidad del pie y tobillo, para que no quede rígido. Inicio de bicicleta y de trabajo en piscina a las 5 semanas. La recuperación total esta sobre los 3 a 5 meses. Es habitual que durante varios meses el pie esté hinchado y duela al caminar. En ciertas ocasiones si la lesión ha sido severa puede presentarse una artrosis a nivel de TMT lo que produce dolor y limitación al caminar. Es en estos casos de lesiones de Lisfranc crónicas que se recomienda realizar una cirugía de rescate mediante artrodesis de Lisfranc o TMT.
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Una de las causas de dolor el el pie es el debido al edema óseo en el hueso cuboides. Se recomienda un tratamiento específico para la mejora del dolor.Existen varias causas de dolor en la zona lateral del pie. Se ha de valorar si ha existido un traumatismo o esguince de tobillo o no antes del dolor. Las causas más frecuentes de dolor en la zona lateral del pie / tobillo son: Esguince de tobillo con una recuperación tardía Fractura de la base del 5 metatarsiano Pinzamiento anterolateral de tobillo tras esguince de tobillo. Lesión o rotura de los tendones peroneos Edema óseo o lesión del cuboides Contractura de la musculatura pedia. El edema óseo en el hueso cuboides es una de las causas de dolor en esta zona, relativamente poco frecuente pero que es difícil de solucionar. ¿Que es el edema óseo de cuboides? se trata de una inflación ósea del hueso cuboides que se produce tras un mal gesto o entorsis del pie. El hueso cuboides está en la zona lateral del pie entre el calcáneo y los metatarsianos. Tiene una función de distribución de la carga en la pisada. Diagnóstico del edema óseo en el cuboides Lo primero para el diagnóstico es la sospecha clínica, la persona presenta un dolor en la zona lateral del pie cada vez que realiza la marcha al caminar, Es un dolor que no cede y que incapacita para las actividades normales. En muchas ocasiones las personas tiene que usar una muleta para andar En la radiografía normalmente no se aprecia nada Es necesario realizar una resonancia o una gammagrafía para el diagnóstico del edema del hueso cuboides. Tratamiento del edema óseo del hueso cuboides
Tras realizar un correcto diagnóstico del edema óseo del hueso cuboides, se recomienda empezar el tratamiento específico. -Uso de walker durante 4 semanas .se recomienda inicialmente descarga de la extremidad durante 2 semanas pero con movilización del pie y tobillo para no crear rigidez de las articulaciones. -Tratamiento mediante vitamina D y calcio Uno de los tratamientos adecuados para los edemas óseo es la magnetoterapia, es un tratamiento que ayuda a mejorar la recuperación. Tras las primeras 3 semanas de cierto reposo, se recomienda empezar una recuperación más funcional para mover el pie y tobillo. Los ejercicios de fascitis plantar puede ser una referencia para realizar. A las 5 semanas se recomienda bicicleta, natación elíptica. El impacto o saltos se recomienda sobre las 6 o 7 semanas si la evolución ha sido correcta. En los casos de edema óseo del cuboides que no mejore con el tratamiento conservador, se recomienda el tratamiento mediante una cirugía. Se realizan unas punciones en el hueso y la infiltraciones de células madre. La rotura completa del tendón tibial anterior es una lesión poco frecuente que en muchas ocasiones no se diagnostica. El tratamiento en la mayoría de veces es quirúrgico, la recuperación es muy buena si el tratamiento es adecuado Uno de los tendones importantes en la pierna junto con el tendón de Aquiles, es el tendón tibial anterior. El tendón tibial anterior es el principal tendón del compartimento anterior de la pierna. Su función principal es la flexión dorsal del tobillo y la supinación del pie, es decir tirar el pie y tobillo para arriba y para andentro. La flexión dorsal del tobillo es muy importante para una correcta marcha de la persona. Asegura durante la fase de no contacto del pie en el ciclo de la marcha que el pie esté elevado evitando así tropezar con algún objeto del suelo y caerse. Los principales extensores dorsales del tobillo son el tibial anterior y el extensor propio del primer dedo. El extensor común de los dedos también participa en la flexión dorsal. Las lesiones del tibial anterior son poco frecuentes ya que se trata de un tendón grueso y muy bien irrigado por lo que la frecuencia de tendinitis y roturas tendinosas es baja. Una de las lesiones importantes es la rotura del tibial anterior. Existen dos causas de rotura del tibial anterior: La rotura espontánea del tendón tibial anterior, esta se produce por degeneración del tendón. Normalmente existen un periodo previo con dolor en la zona de pie y un día el tendón se rompe. La rotura traumática del tendón tibial anterior por una herida en la zona anterior del tobillo. El diagnóstico de la rotura del tendón tibial anterior En muchas ocasiones la rotura del tendón tibial anterior pasa desapercibido inicialmente, el paciente puede realizar flexión dorsal del tobillo ya que el tendón extensor del primer dedo realiza esta función y compensa En la mayoría de ocasiones la causa de consulta es por una tumoración en la zona anterior del tobillo y la sensación de cierta debilidad o torpeza en el pie. Para el diagnóstico se precisa una resonancia magnética o una ecografía que confirmará la rotura del tibial anterior. El tratamiento de la rotura del tendón tibial anterior
En la mayoría de ocasiones el tratamiento de la rotura del tendón tibial anterior es quirúrgico. En pacientes mayores y de baja demanda funcional se puede recomendar un tratamiento conservador sin cirugía En pacientes activos físicamente se recomienda realizar una cirugía para reparar la rotura del tibial anterior. En casos agudos de rotura del tibial anterior se recomienda realizar una sutura directa del tendón tibial anterior mediante el uso de túneles óseos en la zona de la cuña. En casos crónicos de rotura del tendón tibial anterior, donde el tendón está muy degenerado y la sutura directa no es posible, se recomienda realizar una plástia tendinosa del tibial anterior. Tiempo de recuperación de la rotura del tendón tibial anterior El tiempo de recuperación depende básicamente del tipo de rotura y de la cirugía que se realiza. En la gran mayoría de los casos que se realiza una sutura transosea se realiza la siguente pauta de recuperación: 2 semanas de ferula de yeso sin carga de la extremidad a las 2 semanas si la herida de la cirugía está bien se coloca un walker permitiendo la movilización del tobillo A partir de las 3 semanas se permite la carga parcial de la extremidad con el uso del walker y las muletas. Se permite la movilización del tobillo. El walker se deja hasta las 6 semanas Habitualmente sobre los 2 meses la gran mayoría de pacientes estan bien realizando su actividad habitual. |
Dr M BallesterTraumatólogo especialista en pie y tobillo y Sport Medicine. Archives
Marzo 2023
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